“Que nadie se quede con hambre”

Esta frase la llevamos usando mucho recientemente en nuestras promociones de los almuerzos veganos gratuitos, y, aún cuando sabemos que representa una meta ambiciosa, estamos haciendo este trabajo precisamente por eso: porque acostumbramos a ponernos metas ambiciosas. Erradicar el especismo, defender la salud y la dignidad de nuestra comunidad, mitigar el hambre que ya existía antes del huracán y que con cada desastre natural que sobrevivimos se agudiza… todas estas son batallas cuesta arriba, cosa que muchas personas y proyectos en Puerto Rico saben.

En las semanas del 18 y 25 de octubre, estuvimos en Río Piedras, repartiendo almuerzo nuevamente, en contenedores compostables. Llevamos compartiendo guiso con arroz basmati, ensalada de repollo con zanahoria, y fruta fresca. Los desastres naturales tienen una manera de recordarnos que no es posible hacer las cosas solo. Con cada ayuda que recibimos, nos recuerdan todas las formas en que dependemos de y necesitamos estar en comunidad. Por eso agradecemos inmensamente el apoyo de la gente con quien hemos podido contar en estos esfuerzos, desde negocios y proyectos locales (un saludo cálido a Necromancy Cosmética y Terrestre Cocina Compasión), hasta cada persona que ha formado parte del voluntariado y que ha donado dinero. Este proyecto lo pudimos organizar en el tiempo en que lo organizamos gracias a su ayuda. Mientras repetimos la frase “que nadie se quede con hambre,” a pesar de la conjugación que la hace sonar hipotética, tenemos presente la meta real y concreta que presentan estas palabras. Porque es eso: una meta. Una meta por la que luchamos y para la cual nos organizamos todos los días.

Pensamos en la salud de quien llega a comer con nosotres, y en la seguridad de los animales cuyos hábitats y vidas protegemos manteniendo la carne, huevo y lácteos fuera de los platos que servimos. Pensamos en cada vida que merece ser vivida con dignidad, y nos proponemos que nadie pase hambre porque, al final del día, es una meta factible, y el cambio verdadero comienza con que nos planteemos esto como una realidad por la que vale luchar, en vez de como un ideal hipotético.

Hace semana y media, parte de nuestro equipo formó parte de los cientos de proyectos que participaron del “Animal and Vegan Advocacy Summit,” una conferencia internacional que se dedica a promover el anti-especismo, a conectar proyectos veganos, y ayudarnos a amplificar nuestras voces a nivel internacional. En este evento, conectamos con la organización A Well-Fed World, cuyo trabajo para erradicar el hambre a través de la comida a base de plantas resonó con nuestro proyecto de almuerzo vegano. Por esto, nos propusieron duplicar la cantidad que recaudemos a través de nuestro fundraiser si llegamos a nuestra meta de $5,000. Esto significaría que podríamos continuar nuestro proyecto de almuerzos veganos más a largo plazo, y que tendríamos el doble de los fondos para hacerlo. Aún nos falta por llegar a nuestra meta, por lo cual queremos activar a la comunidad a que compartan y donen: cada share y donación nos acerca a nuestra meta y a poder continuar con este proyecto. Puedes hacer tu donación en este enlace.

En comunidad se puede, y en comunidad nos movemos.

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